*No hace tanto tiempo que comentaba con un buen amigo ex futbolista y le aseguraba que la mayoría de los futbolistas no saben para quiénes juegan. Según mi opinión, ellos se deben al público y no a los directivos ni al entrenador. A lo que mi amigo se mostraba escéptico. Su pragmatismo es lógico, lo ha tenido que sufrir en propias carnes, los jugadores piensan que sus contratos dependen más de los directivos y entrenadores que de la opinión favorable del gran público.
* ¿Hacer buen fútbol y vender esperanza? Ridderstrale indica que "Lo importante es hablar de los deseos de los clientes". El principal aliado de un equipo de fútbol tendría que ser el marketing de los sentidos aunque esos intangibles son difíciles de cuantificar. Porque lo más fácil es la estandarización.
* Y eso que los entrenadores de fúrbol disponen de una fuente inagotable de dibujos, sistemas, tácticas, contra tácticas y resortes de todo tipo como los biológicos, físicos, psicológicos, etc. Como se suele decir, antes solo había una forma de quedarse embarazada y ahora existen casi veinte.
* ¿Los aficionados sólo quieren ganar partidos y competiciones? ¿Cómo se conecta con el gran público si tu equipo no gana todos los domingos? Mientras nos respondemos éstas y otras muchas preguntas, los directivos siguen diciendo: "El público que pague... ¡Y que calle!." ¿Hasta cuando...?
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