lunes, 2 de mayo de 2011

"FÚTBOL E INCOMPRENSIÓN"


* En mi libro "Apología del fútbol, decía: "Quiero... fuera de mis equipos a los entrenadores "caudillos"... un equipo no puede supeditarse al estado de ánimo de los caprichosos de turno, a su falta de compromiso, a sus intereses singulares; por los buenos, si lo son, no deben serlo sólo en días fáciles, sino en los momentos más desesperados..."

* Ese es el auténtico liderazgo de un entrenador que, cuando gana, ganan sus jugadores; y cuando pierde, pierde él... los entrenadores de fútbol son el eslabón más débil de toda la cadena. Los equipos son tan fuertes como sea precisamente ese eslabón...

* Estos llaneros solitarios de la estepa futbolística, los entrenadores, pasan con facilidad de ser líderes perdurables a personajes apestados de usar y tirar. El ambiente, según se gane o no, se muestra como un jardín de hermosas flores de bellos colores y buenos olores a un entorno plagado de malezas, abismos y casi con las calderas del infierno abiertas. 

* Decía Plutarco, y lo aplicamos al fútbol: "Un ejército de ciervos dirigido por un león es más temible que un ejército de leones dirigidos por un ciervo". 

* "La soledad de un entrenador" es un magnífico ensayo escrito por la portuguesa Cecilia Carmo. Su prologuista, Dr. Antonio Bagao Félix, asegura: "La vida de un entrenador es siempre la intrigante confluencia entre la presencia ausente y la ausencia presente".  

* Nos quedamos con el dicho de Napoléon Bonaparte: "El hecho de triunfar no consiste en vencer siempre sino en no caer nunca en el desánimo".

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