* "Yo hago lo que me mandan..." es una frase muy repetida, demasiado, en el transcurso de un partido de fútbol. También en otras esferas de la vida laboral, política, empresarial...
* Cuando la actuación de un futbolista fue poco convincente, la respuesta más socorrida es hacer alusión a sus superiores, a sus órdenes, eludiendo su propia responsabilidad o divorciándose de su propio raciocinio. Mal presagio cuando se escucha dicha respuesta porque denota un mal sistema de gestión del equipo...
* ... según James Mullen: "La libertad, al fín y al cabo, no es sino la capacidad de vivir con las consecuencias de las propias decisiones". A veces, los jugadores van muy a gusto actuando de "bien mandados", obedientes a ciegas, no quieren autonomía en el juego ni tampoco tienen iniciativas propias.
* Siempre el entrenador será mejor director de equipo, mejor gestor, mejor líder en suma, si logra abrir caminos para que los suyos sepan elegir según las circunstancias del juego... el jugador no tendría que ampararse tantas veces con la disculpa de los mediocres: "Yo hice lo que me mandaron..."
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