* Creo en la utopía dentro del fútbol, todavía. Y mantengo, contracorriente, la idea de que un partido sin goles puede ser muy interesante, válido, positivo, espectacular si cumple un conjunto de premisas básicas.
* Es una evidencia que, en un partido sin goles, se consigue un punto y se pierden dos. Pero me refiero al hecho de que, haiendo las cosas bien, si los dos equipos compiten por la victoria y el resultado final no pasa del cero a cero, será sobre todo porque el desempeño defensivo supere al ofensivo por parte de ambos equipos. Y ese fútbol puede ser bello también.
* En el libro "Bien posicionado. Estrategias del fútbol aplicadas a las empresas", el autor Reinhard K. Sprenger escribió: "Las intenciones, las estrategias y los planes no interesan a nadie sino se obtuvieron goles. Ni siquiera los goles interesan si no sirven para ganar".
* En alguna ocasión ya propugné que los penaltis no debieran valer un tanto, con medio gol bastaría, porque el valor actual de un gol es lo que impide que se piten más penaltis... Los goles de fuera del área también debieran valer dos tantos; o más si analizásemos el fundamento táctico barajado en el baloncesto, lo que originaría defensas más adelantadas y abiertas, menos concentradas en torno a su portero.
* Incluso hay goles después de jugadas trenzadas por todo el equipo que son muy bellas y dignas de que valieran más de tres tantos. Estas reflexiones se tratan de un juego intelectual, ahora mismo teórico, pero con el sano deseo de reflexionar para encontrar cambios y meoras en las reglas anquilosadas... De ésta o similar naturaleza.
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