* El gol fundamenta el fútbol. El gol da victorias o las restringe. El gol conseguido cuenta más en la memoria colectiva de los aficionados que el gol impedido.
* Por eso, los delanteros son los "niños bonitos", los elegidos de los aficionados. Y éstos nunca se adhieren a los que limitan la creatividad de aquellos. Los cánones están ahí para calificar a los mejores o a los peores, pero casi siempre según los goles conseguidos. Todo se justifica si se consigue un gol más que el contrario.
* Si un buen día, como ocurrió en el divorcio del fútbol y el rugby, el balompié se dividiera en fútbol con goles y fútbol sin goles, seguramente éste no prosperaría. Porque la ausencia de gol originaría un fútbol sin combate, sin disputas, sin estímulos y sin agonía...
* Lo que daría un sucedáneo de fútbol, una especie de representación próxima a lo circense: regates, controles, fintas, pases majestuosos pero todo ello sin ningún valor final. El gol le da al partido de fútbol ese marchamo definitivo de calidad y de imprescindible ludismo. Sin el gol final, todo lo demás es vanal...
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