* De ganar nadie se cansa. Pero no es tan fácil ganar, hay que configurar una plantilla de jugadores con cualidades específicas y complementarias entre sí, que congenien entre ellos dentro y fuera del campo, que sean un equipo en cuanto a actitud personal y grupal, que luchen como colectivo, que sean capaces de desarrollar un buen juego, más o menos estético, que las envidias no se alojen en ningún miembro del grupo...
* Pero ganar, sobre todo, es una cuestión de buenos hábitos... sobre todo no cambiar media plantilla de jugadores en una misma temporada. "El aprendizaje es hijo de la repetición" (Robin Sharma en "El líder que no tenía cargo").
* Sin olvdiarse de esta conclusión: "Los cambios duraderos solo se producen cuando cambiamos a un nivel emocional, no a un nivel lógico".
* El entorno futbolístico no está preparado para comprender que los equipos tardan en integrarse, en aprender los mecanismos del juego colectivo. Pocos reparan que cualquier proceso de aprendizaje requiere fases.
* Sin duda, tantos cambios en entrenadores y futbolistas es uno de los peores hábitos para coordinar a un equipo. El fútbol no fluye sólo por dinero y el entorno no calibra fases de aprendizaje ni procesos de adaptación.
* "Siembras un pensamiento y cosechas una acción//Cosechas una acción y siempras un hábito//Siembras un hábito y cosechas un carácter//Siembras un carácter y cosechas un destino".
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